Despreocupada
Hannah Combs era una adolescente normal y corriente, que disfrutaba de la vida en Harker Heights, Texas, un pueblo donde todo el mundo se conocía. Tenía 15 años y estaba deseando empezar el colegio después de las vacaciones de verano.
Otros chicos le habían advertido de que el instituto podía ser duro y que en su escuela, en particular, existía una cultura de acoso a los estudiantes de primer año. Pero a Hannah no le preocupaba. Se consideraba a sí misma la alegría de la huerta; estaba segura de que le caería bien a todo el mundo.