Había Algo Ahí
El corazón de Amelia se aceleró y sintió un horrible sabor metálico en la boca. Todo parecía una absurda película de terror.
Una pequeña parte de su mente racional le decía que debía estar dejándose llevar por sus miedos, pero todos sus sentidos le gritaban… esto no era ficción, todo aquello le estaba ocurriendo de verdad.