Todas Las Noches
Noche tras noche, Poco aullaba y ladraba sin previo aviso. La irritación desaparecía y lo único que sentía era preocupación. “Por favor, que no sean ratas”.
Sus vecinos tenían problemas de alimañas desde hacía unos meses. Pero no había suficiente dinero para pagar a un inspector. De repente se le encendió una bombilla. ¡Se le ocurrió una idea para averiguar la verdad!