Hasta El Amanecer
A la noche siguiente, preparó una cámara, dio un abrazo a Poco y subió a su habitación. A medida que pasaban los minutos, el caos habitual volvía a empezar.
Necesitó todas sus fuerzas para no bajar corriendo a ver qué pasaba. Tendría que esperar hasta la mañana. Entonces, escuchó un sonido extraño.